Entrevista a Alfonso Gimeno

Alfonso Gimeno es uno de los miembros más veteranos de Logifruit, presente en la organización prácticamente desde el inicio. Su departamento gestiona la facturación, la financiación y los sistemas informáticos. Padre de familia y aficionado a la natación. Alfonso nos habla de su experiencia en la empresa.

1. ¿Cómo empezaste en Logifruit? ¿Qué es lo que más recuerdas del inicio?

Comencé en enero de 1997, Logifruit estaba arrancando y la propiedad buscaba un perfil que trasmitiese responsabilidad y que conociese el funcionamiento administrativo de una sociedad y que tuviera experiencia en el manejo de programas de contabilidad y operativa administrativa. Yo comencé al mismo tiempo prácticamente que empezábamos a trabajar con Mercadona.  

Recuerdo los pocos medios que teníamos en aquel entonces. Prácticamente sin maquinaria, con un espacio de trabajo mínimo, tan mínimo que el responsable de esa proto-plataforma tenía como oficina de Plataforma su propio coche y la oficina administrativa era un piso de portería. Pero, había mucha ilusión y mucha confianza en el proyecto, sabíamos que era un servicio del que había necesidad en el mercado y apostamos por ello. La prueba fue un éxito y, gracias al trabajo de todos estos años junto a Mercadona y su red de proveedores, nos hemos convertido en una gran empresa modelo de economía circular.

2. Ahora son muy comunes, pero ¿Los conceptos pool de envases o economía circular, se conocían cuando se inició la actividad? ¿Los clientes lo entendían?

No, con ese nombre no se conocían, pero el concepto se entendía rápidamente. En un principio hablábamos de economía cíclica, porque incluso el concepto de economía circular era muy reciente, apenas una década antes se había empezado a realizar estudios. No obstante, tanto el distribuidor como esos primeros clientes que tuvimos entendían perfectamente los beneficios a nivel medioambiental, de gestión y en productividad una vez les presentábamos el proyecto.

Gracias a ellos, y a su comprensión del modelo, hemos podido avanzar mucho. Por ejemplo, para incorporar innovaciones, como fue en su momento la sustitución del parque de envases rígidos por envases plegables y el de la paleta de plástico por la de madera, hemos necesitado coordinación y cambios en los procesos por parte de todos los que integramos la cadena de suministro. Todos nos hemos ido adaptando para, de forma colaborativa, ir creando una red de suministro sostenible.

3. En ese sentido ¿Crees que ha habido un cambio importante en como las empresas, en general, valoran la sostenibilidad?

Creo que las empresas siempre han valorado la sostenibilidad, pero no siempre lo han considerado un elemento estratégico. Algunas empresas, como nosotros, sí se fundaron teniendo la sostenibilidad como núcleo del negocio, otras han tenido que ir incorporándolo poco a poco. Las empresas irán paulatinamente adaptando sus modelos de negocio para apostar por la circularidad y la sostenibilidad, es un cambio que tiene que abordarse necesariamente tanto por la demanda del mercado como por la nueva regulación.

Las empresas que nos anticipamos contamos con el valor de la sostenibilidad para ser más competitivas, en este sentido empezar cuánto antes es estratégico. Además, la sostenibilidad la debemos empezar a considerar como parte del ADN de las empresas. Será difícil sobrevivir en el futuro sino se es sostenible.

4. Logifruit ha tenido un crecimiento sostenido y sostenible durante 25 años, pero también ha afrontado retos ¿Cuál es el reto más importante, en tu opinión?

A lo largo de nuestra historia hemos abordado retos de diversa naturaleza. Para nosotros la satisfacción de las necesidades de nuestro cliente es lo más importante. Uno de nuestros grandes retos ha sido y es, estar a la vanguardia a todos los niveles para poder anticiparnos, mejorar continuamente y adaptarnos a los cambios. Por otro lado, el proceso de internacionalización que hemos abordado de forma más intensa en los últimos años ha supuesto un reto para todos. Trabajar con empresas de otros países conlleva retos a nivel técnico y regulatorio, pero también a nivel cultural, y la empresa que quiere trabajar con clientes extranjeros, debe prepararse para todo esto. Optimizar los procesos con estos clientes, conocer su marco regulatorio y adaptar el servicio a sus necesidades es fundamental, pero también lo es conocer sus usos y costumbres para establecer relaciones verdaderamente colaborativas y duraderas.

5. ¿Cuáles son los objetivos más importantes para la empresa de los próximos años?

Nuestro objetivo es continuar creciendo de forma sostenida y sostenible, acompañando a nuestro cliente principal en su expansión, brindando a toda la red de suministro un servicio de calidad basado en la sencillez, la proximidad y la calidez.